HOJA PARROQUIAL SEMANAL

XIV Domingo del tiempo ordinario

Ciclo C / 6 de Julio 2025

Parroquia Virgen de los Dolores

Teléfono: 659 65 82 62

DIOCESIS DE ASIDONIA

Jerez de la Frontera

  • Primera Lectura
  • Salmo Responsorial
  • Segunda Lectura
  • EVANGELIO

  • PRIMERA LECTURA

    Lectura del Profeta Isaías 66, 10-14c

    Festejad a Jerusalén, gozad con ella,
    todos los que la amáis;

    alegraos de su alegría,
    los que por ella llevasteis luto;
    mamaréis a sus pechos
    y os saciaréis de sus consuelos,
    y apuraréis las delicias
    de sus ubres abundantes.

    Porque así dice el Señor:

    «Yo haré derivar hacia ella,
    como un río, la paz,
    como un torrente en crecida,
    las riquezas de las naciones.

    Llevarán en brazos a sus criaturas
    y sobre las rodillas las acariciarán;
    como a un niño a quien su madre consuela,
    así os consolaré yo,
    y en Jerusalén seréis consolados.

    Al verlo, se alegrará vuestro corazón,
    y vuestros huesos florecerán como un prado,
    se manifestará a sus siervos la mano del Señor».

    Palabra de Dios

    SALMO RESPONSORIAL

    Sal. 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20

    R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

    Aclamad al Señor, tierra entera;
    tocad en honor de su nombre,
    cantad himnos a su gloria.
    Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!».R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

    Que se postre ante ti la tierra entera,
    que toquen en tu honor,
    que toquen para tu nombre.
    Venid a ver las obras de Dios,
    sus temibles proezas en favor de los hombres.R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

    Transformó el mar en tierra firme,
    a pie atravesaron el río.
    Alegrémonos en él,
    que con su poder gobierna eternamente.R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

    Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
    os contaré lo que ha hecho conmigo.
    Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica,
    ni me retiró su favor. R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

    SEGUNDA LECTURA

    Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 6, 14-18

    Hermanos:

    Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.

    Pues lo que cuenta no es la circuncisión ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.

    La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.

    En adelante, que nadie me moleste, pues yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

    La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén

    Palabra de Dios

    E V A N G E L I O

    Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 1-12. 17-20

    En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

    «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

    ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

    Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

    Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

    Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:

    “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.

    Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.

    Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».

    Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

    «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

    Él les dijo:

    «Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno.

    Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

    Palabra del Señor


    ANGELUS

    V. El Ángel del Señor anunció a María,
    R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
    Avemaría.
    V. He aquí la esclava del Señor.
    R. Hágase en mi según tu palabra.
    Avemaría.
    V. Y el Verbo se hizo carne.
    R. Y habitó entre nosotros.
    Avemaría.
    V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
    R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
    Oración
    Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
    R. Amén.
     

    REGINA COELI

    V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.

    R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.

    V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.

    R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.

    V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.

    R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

    Oración: Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.

    R. Amén>

    REGINA COELI -en latín

    V.Regina coeli, laetare, alleluia:

    R.Quia quem meruisti portare, alleluia.

    V.Resurrexit sicut dixit, alleluia.

    R. Ora pro nobis Deum, alleluia.

    V. Gaude et laetare, Virgo Maria, Alleluia,

    R. Quia surrexit Dominus vere, alleluia.

    Oremus: Deus qui per resurrectionem Filii tui, Domini nostri Iesu Christi, mundum laetificare dignatus es: praesta, quaesumus, ut per eius Genetricem Virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae. Per eundem Christum Dominum nostrum.

    R. Amen